El ego, ¿realmente lo conoces?
- Alejandro Yrazábal

- 11 nov 2022
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 12 nov 2022
¿Qué es el ego?

En latín, la palabra ego significa yo, pero en psicología el término alude a la instancia psíquica que permite al individuo la opción de reconozcerse a sí mismo y a su propia personalidad. Cuando el ego se manifiesta de forma constante y persistente, se considera que está exacerbado y traspasa la frontera de lo lógico y aceptable para vivir en convivencia con los demás.
El ego es una «instancia psíquica mediante la cual una persona se reconoce 'como yo' y empieza a ser consciente de su propia identidad»
«El ego y la soberbia antes eran considerados 'pecados capitales'. Sin embargo hoy en día está bien visto y permitido ser un egoico, una narcisista»
Irene López Assor , Psicóloga
Ejemplos del ego.
Por otro parte, coloquialmente "ego" es exceso de valoración que alguien tiene de sí mismo. Es igual a inmodestia, arrogancia, presunción o soberbia. Por ejemplo: “Tiene un ego tan grande que no le permite ver la realidad”.
«Es importante señalar que las buenas acciones que una persona realiza, en numerosas ocasiones son disfraces del ego. Se puede ser altruista y bondadoso, pero si realizamos una acción caritativa y la contamos enseguida, lo que en realidad se está buscando es un reconocimiento, es decir, alimentar al ego», así comentó una psicóloga reconocida, Irene López Assor.
¿Qué tiene de malo el ego?
Las personas que viven dominadas por el ego están engañadas, se creen superiores y no ven la realidad. Es un error de pensamiento que intenta hacer una presentación de cómo le gustaría ser, en vez de como es en realidad.
El ego es además una máscara social, un papel que nos aleja cada vez más de lo que somos de verdad. Nos aburren los que solo hablan de sí mismos, ¿verdad? Quizá esa sea la forma más fácil y rápida de identificar el ego en una persona, pero existen otras señales que nos hacen ver que alguien se quiere mucho a sí mismo y demuestran poco respeto hacia los demás...

Es un verdadero gusto agregar una nota tomada de la revista Despertad! (g80 22/10 pág. 30)
El ego en vuelo
◆ La Comisión Nacional de Seguridad en la Transportación de los Estados Unidos ha informado que un avión ligero tiene aproximadamente 20 veces más probabilidades de verse envuelto en un accidente fatal que un avión comercial de pasajeros. El año pasado en los Estados Unidos hubo casi cuatro veces más muertes en accidentes de aviones ligeros... 1.311. ¿Por qué es más alta la proporción de accidentes en el caso de los aviones ligeros? Se dice que errores de los pilotos son la causa del 89 por ciento de los accidentes fatales. Al identificar un factor importante en los errores que cometen los pilotos, un investigador para la Comisión de Seguridad dijo: “Me está molestando hasta el extremo salir a ver a personas que han dado contra las rocas debido a que el piloto ha estado desesperado por irse. Me irrita el que el ego del piloto quite la vida a las personas.” Pilotos que tienen licencia para volar solamente bajo reglamentos “visuales” despegan en medio de condiciones atmosféricas que indican que el tiempo va a empeorar y luego quedan atrapados en las nubes y no pueden encontrar la salida. Naturalmente, a los pilotos no les gusta confesar a los pasajeros que sus aptitudes de aviador no están a la par con el desafío que presenta el tiempo. Rudd Sackett, investigador de seguridad en los vuelos, dijo: “Para muchos pilotos es muy importante el concepto que se tenga de ellos. El tener que admitir que no pueden controlar una situación es un rudo golpe a su ego, y tratan de todos modos, pasando por alto el riesgo.”
¿Cómo identificar si el ego domina mi vida?
Si evitas salir de tu zona de confort, si tienes una autoestima falsa, vas en busca aprobación, intentas atraer la atención de otros, evalúas constantemente a la gente, tienes reacciones de ira o rabia regularmente.
¿Cuándo nace el ego?
El ego en psicológía se refiere al reconocimiento del yo y su diferenciación de los demás. Esta noción comienza a desarrollarse hacia los seis meses de vida, aunque no termina de desarrollarse hasta los tres años. Hasta entonces el bebé no tiene consciencia de sí mismo.
Cuenta la psicóloga Irene López Assor que el desarrollo del ego empieza desde las primeras etapas de la infancia. Al parecer, cuando nacemos las estructuras cerebrales se van desarrollando y el niño empieza a tomar conciencia de él mismo, de su propio cuerpo, sus propias sensaciones y esto continúa a lo largo de todo el desarrollo. «El niño, al crecer, y empezar a tener contacto con los otros, va a ir poniendo sus limites», indica. Por ejemplo, si el niño tiene tres años y el otro, que puede ser su padre o madre, le dice 'esto no se hace', 'no digas esto', etc., estos 'no' son necesarios para el que niño salga de su propia esfera y comience a integrar todas las normas que vienen del mundo exterior y tienen un significado real y útil.
«El niño comenzará a revelarse, aparecerán las rabietas y sus desafíos con los progenitores. Ese llanto es la expresión de 'no me dejan ser lo que yo quiero ser o lo que yo quiero hacer. Tengo que ser lo que los otros quieran'. La norma es necesaria y, le guste o no, el niño deberá de aprenderla. Sin embargo, si la norma es demasiado estricta, el yo se va debilitando, dando paso al deseo del otro antes que el propio deseo», comenta.
¿Cuáles son los tipos de ego?
La realidad es que todos caemos en la trampa de nuestro ego pero si aprendemos a identificar qué tipo de ego nos está atrapando en cada momento, podremos frenarle. Los diferentes tipos de ego que vamos a definir están basados en las investigaciones de Iván Durán Garlick.
Sabelotodo.
Según explica Irene López Assor, «este ego reside en las personas que creen que siempre tienen la razón, dan consejos todo el día y, lo peor de todo, contestan a todo aunque sean ignorantes».
«Recomiendo siempre observarnos, ver si tenemos una necesidad imperiosa para contestar siempre a cualquier pregunta u opinar en una conversación de manera que quedes siempre por encima de los demás», dice Irene López Assor. Si es así, deberemos aprender a escuchar. Ser consciente que es imposible que sepamos todas las respuestas.
Insaciable.
El ego insaciable que quiere ser el centro de atención, siempre quiere ser el que está dominando la mesa en una reunión y no deja a los demás participar. «Cuando se saca un tema saltan con frases del tipo: 'Es que yo...', 'es que a mí…'», explica.
En ese caso, aprenderemos a estar más callados, dejar de mandar y dejar a los demás que expongan su vida o su realidad. «Ellos son también importantes, por lo que hay que escuchar y observar todo lo que hay a nuestro alrededor; nos proporciona todo aquello que realmente nos hace falta», aconseja.
Interruptor
Tal como dice la psicóloga, es el que necesita auto referenciarse e interrumpir permanentemente y, por lo tanto, los demás no terminan de hablar: «El ego interruptor más molesto suele ser el que se da cuando se habla de enfermedades. Cuando alguien está relatando una enfermedad o una prueba médica y alguien salta: 'yo también pase por eso', 'A mi tío le pasó lo mismo' o 'tengo a una amiga de un amigo que le paso'».
Este ego es muy dañino para la otra persona que está hablando de su enfermedad y si interrumpimos su relato se está haciendo mucho daño emocional porque nos posicionamos en el no respeto. Debemos dejar al otro que hable, el silencio amoroso y la empatía son los mejores aliados, no tu propia experiencia.

Envidioso.
Es el que no soporta los triunfos, ni el éxito y, por lo tanto, intenta cortar las alas. «Cuando veamos que hemos conseguido algo y una persona nos dice: 'pues yo también he hecho eso', deberemos alejarnos ya que son personas que siempre van a contar las alas, boicotear los sueños y los esfuerzos que tanto nos han costado», apunta Irene López Assor. Deberemos de ser discretos y saber a quién podemos o no contar nuestros logros o proyectos. Cuanta menos gente, mucho mejor.
Prestigioso.
Son las personas que necesitan ser aplaudidas y reconocidas por todo lo que hacen, incluso por cosas sencillas y del día a día. Necesitan la admiración como fuente de motivación. En palabras de Irene López Assor, «siempre quieren ser los mejores, son egos que tienen entre sus frases favoritas: 'No, si ya lo sabía', 'ya te lo dije pero tú no escuchas'...». Cuando expresan 'el ya te dije' dejan implícito su poder frente al otro, su dominio y su manipulación.
El chantaje es parte de su juego del ego y debemos de recordar que todos tenemos nuestra propia identidad, si nos confundimos, no pasa nada, aprendemos y seguimos adelante.
Jinete.
Este ego jinete que va ahí cabalgando, saca los datos e información de los demás para su propio beneficio. «Es muy sibilino y si decimos algo importante o interesante, nos lo va a copiar. Es un usurpador por naturaleza», cuenta la psicóloga. El ego jinete es el que predomina en todas las redes sociales: todos van copiando lo que está de moda para tener la mirada de los demás.
Sordo.
El ego sordo se da en las personas que nunca escuchan. Lo que más les gusta es hablar, hablar y hablar y, lo peor de todo, es que fingen estar escuchando... «Si nos fijamos, por ejemplo, en una reunión, estas personas asienten con la cabeza cuando hablan, pero enseguida, retoman para hablar sin dar feedback. Su objetivo es solo hablar y no escuchar. Este tipo de ego va hacer que nos enfademos mucho, por lo que deberemos aprender a reconocerlo cuanto antes ya que lleva consigo un elevado nivel de ansiedad para aquellos que rodean a este tipo de personas, ya que no pueden expresar sus ideas y tampoco son escuchadas», alerta.

Manipulador.
Es el que engaña, miente y justifica todo el tiempo para que las cosas resulten siempre a su favor. Se mueven a través de la mentira y justifican sin sentido. Una persona que está todo el día justificando es una persona que trata de ocultar su verdadera razón de ser todo el tiempo.
«La manipulación esta a la orden del día, podemos caer en la trampa de un manipulador mucho más fácil de lo que nos imaginamos, por eso deberemos de sentir quienes somos realmente, saber poner nuestros límites por mucho que nos cueste decirlos y expresarlos y, sobre todo, porque la tentación de un manipulador suele ser, como dice la palabra, 'muy tentadora'», cuenta Irene López Assor.
Orgulloso.
Este ego se manifiesta en personas competitivas que no les gusta perder. Dice Irene López Assor que «son soberbias». Del ego orgullosos sale la soberbia que es lo más alejado de la humildad, y por lo tanto, este tipo de ego es el que nos hace caer siempre en la misma piedra, repitiendo nuestros errores porque nuestra soberbia no nos deja aprender y asumir la equivocación porque daña a nuestro yo más interno, a nuestro ego orgulloso.

Silencioso.
Para Irene López Assor, es «casi el más peligroso de todos». Las personas que sufren este ego parece que nos hacen caso y nos escuchan, pero suelen ser «hipócritas y enjuiciadores».
«Nos va criticando todo el día y juega sucio a nuestras espaldas. Van de mejores amigos y en realidad son nuestro peor enemigo. Difíciles de identificar. Pero si observamos que nuestro amigo siempre habla mal de sus amigos, será una realidad que también hablará mal de nosotros. «'Mi amigo pone verde a los demás pero a mí no'. Ese 'mi' es nuestro ego. Y por supuesto que sí nos va a criticar a nosotros mismos», concluye.
¿Quieres conocer más sobre el ego y cómo puedes gestionarlo?
Ingresa a nuestros contenidos que tratan el tema a fondo...primero regístrate en nuestro portal web para recibir mayor información.
INTELIGENCIA EMOCIONAL (INTEM)
BIOLOGÍA DE LAS EMOCIONES Y SÍNTOMAS FÍSICOS (BIO-ESF)

.png)





SI nos confundimos, no pasa nada, aprendemos y seguimos adelante. Ésta es una frase tomada del texto. Muy buena la información-reflexión para mí. Muchas gracias! Tenga por seguro que me ayuda! Pues mi deseo es cambiar patrones de conducta!