Pensamientos negativos y el cortisol

Los pensamentos negativos constantes generan altos niveles de cortisol

Los pensamientos negativos pueden tener un impacto significativo en la liberación de cortisol, que es una hormona asociada con el estrés. El cortisol es liberado por las glándulas suprarrenales como parte de la respuesta del cuerpo al estrés, y su función principal es movilizar la energía almacenada para hacer frente a situaciones de emergencia. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol se mantienen elevados durante períodos prolongados debido al estrés crónico, puede tener efectos negativos en la salud física y mental.

La relación entre pensamientos negativos y cortisol se basa en el concepto de respuesta al estrés. Cuando experimentamos pensamientos negativos o situaciones estresantes, el cuerpo puede interpretarlos como amenazas y activar la respuesta de "lucha o huida", lo que lleva a la liberación de cortisol. Este proceso es parte del sistema de respuesta al estrés que ha evolucionado para ayudarnos a enfrentar situaciones peligrosas.

Sin embargo, en la sociedad moderna, el estrés crónico, que puede estar relacionado con pensamientos negativos persistentes, puede llevar a una liberación constante de cortisol. Esto puede contribuir a problemas de salud como la supresión del sistema inmunológico, trastornos del sueño, aumento de peso, problemas digestivos y trastornos emocionales. Cambiar los pensamientos negativos puede ser un desafío, pero es fundamental para reducir la activación del sistema de respuesta al estrés y los niveles de cortisol.

Algunas estrategias para cambiar patrones de pensamiento negativos incluyen:

1. Conciencia y atención plena: Observa tus pensamientos sin juzgar. La conciencia plena, puede ayudarte a reconocer patrones de pensamiento negativos y a redirigir tu enfoque hacia el presente. Es dar atención sin ningún tipo de distracción a nuestros pensamientos, con el fin de cambiarlos luego de hacer un análisis del por qué los tenemos.

2. Reestructuración cognitiva: Identifica y cuestiona pensamientos negativos irracionales. Pregúntate si realmente son ciertos y busca evidencia que respalde o contradiga esos pensamientos. Cuando identificamos que la realidad está distante de nuestros pensamientos, nos damos cuenta que estamos invirtiendo energía en pensamientos que nunca serán parte de la realidad.

3. Práctica de la gratitud: Focalízate en aspectos positivos de tu vida. La práctica regular de la gratitud puede cambiar la perspectiva y reducir la tendencia a centrarse en lo negativo. A muchas persona le resulta útil hacer una lista diaria o llevar una agenda donde puedas anotar las razones para estar agradecido. Esta acción aunque parezca sencilla, sólo nos toma unos minutos y tiene un impacto tan grande en nuestra salud mental y emocional, que debes empezar hoy mismo.

4. Desarrollo de habilidades de afrontamiento: Aprende técnicas de afrontamiento efectivas, como la relajación, la respiración profunda y el ejercicio físico regular, para manejar el estrés de manera saludable. Crear estos hábitos saludables, te permitirá resetear tus pensamientos y pasar al enfoque mental equilibrado que te permite alcanzar tus objetivos, vivir el hoy, compartir con tus seres queridos y demostrarte amor a ti mismo.

5. Apoyo social: Comparte tus pensamientos y sentimientos con amigos, familiares o profesionales de la salud mental. El apoyo social puede ayudar a aliviar el estrés y cambiar la perspectiva. Hablar con alguien que nos aprecia o un profesional de la salud emocional, nos permitirá organizar nuestras emociones, identificar nuestros patrones de pensamientos y gestionar heridas emocionales que no hemos identificado.

Tener pensamientos positivos, disminuye el cortisol en nuestro organismo

Recuerda que cambiar patrones de pensamiento negativos lleva tiempo y práctica. Si encuentras dificultades persistentes, considera buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta. Ingresa a nuestro canal en YouTube para recibir más contenido valioso para tu salud mental y emocional.